jueves, 9 de julio de 2009

REDES SOCIALES: LA PARADOJA DE LA CONVIVENCIA HUMANA






Parafraseando a un filósofo, diría que no estar dado de alta en una red hoy, es estar condenado a perecer...como individuo y como "zoon politikón". Hoy la sociedad tecnificada está asistiendo al boom de las redes sociales digitales, de manera particular los jóvenes, quienes han encontrado en ellas un medio más para comunicarse con los demás (el punto es que ahora ya es EL medio y no UN medio más). La cuestión es que no es así de simple como se escucha: detrás de una red social se esconde una premisa que no es del todo verdadera: pensar que "per se" una red social digital nos permitirá entablar, o en su caso, reforzar lazos de amistad, de convivencia y ¿por qué no?, hasta permitirnos entablar una relación de carácter romántica.

Está claro que los arquitectos de dichas redes conocen muy bien que en todo ser humano está inscrita la necesidad de comunicarse, es decir, de proyectarse existencialmente hacia el Otro (Dios u otra persona) y esperar reciprocidad en esa autodonación existencial...la cuestión es si una red social como Facebook, o cualquier otra, posibilita tal evento. ¿Cómo darnos cuenta de que es casi un insulto a la inteligencia el hecho de que a la semana de mi registro ya tenga cinco personas que "quieren ser mis amigos"...¿como prevenir que nuestra necesidad de expresarnos no sea en realidad una manera de exhibicionismo inconsciente, o mi deseo de "conocer amigos" sintiéndome un "ciudadano global" sea una forma de voyeurismo?...quizá alguien diga que "todos tenemos algo de eso"...sea cierto o no, el punto es que bajo cualquier "ismo" se esconde la inconsciente necesidad de instrumentalizar al otro para satisfacer alguna necesidad propia...un hecho evidente de lo anterior es cuando se prescinde de nuestras relaciones reales o de las posibilidades de ellas (vecinos, compañeros de escuela, de trabajo) para sólo "cultivar" las relaciones "virtuales", que tienen una grandiosa y paradójica "ventaja": no me miran a los ojos, no me interrogan ni cuestionan mis decisiones, no leen mi lenguaje no verbal, y no me exigen "exclusividad" ni compromisos existenciales de ningún tipo, más allá de responder las invitaciones de "abrazos", "besos", regalos" y otros...no es que esté en contra de las redes sociales, sino del falso encantamiento que pueden ejercer sobre una mente no crítica.

8 comentarios:

  1. Todos tenemos un poco de voyeur y de narcisista, supongo es parte de la naturaleza de la persona misma; y estas redes sociales se han convertido en la máxima herramienta para entronizar estos dos adjetivos.

    Por un lado está la persona, o usuario, que gracias a páginas como facebook, myspace, hi5 y demás, expone su vida hacia los otros usuarios. El usuario es el protagonista de la historia, y el resto son fieles seguidores, amigos, admiradores (o como se les llame) que alaban sus gustos, sus actividades, sus logros, y agradecen muestras de afecto como besos y abrazos virtuales. Lo que el protagonista no sabe, o ignora por voluntad, es que al ser parte de este sistema donde él es el protagonista, el ser que todos observan, existe una reciprocidad donde cada miembro de la estampa que para él no es individual, sino plural, es el propio protagonista de su historia al ser usuario también. En este caso, el protagonista inicial, se convierte en el resto.

    ¿Narcisismo colectivo?











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    1. Exacto... es lo que vine a explicar en mi comentario... disculpas por no haber leído este con anterioridad.

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  2. Quizá no sea tan forzado decir que las redes sociales son de alguna u otra manera una extensión de las redes sociales "no digitales"...si partimos de una visión un tanto pesimista (para otros simplemente realista) estas redes son una prolongación en otro entorno de la necesidad de satisfacer las propias necesidades humanas utilizando al "otro" (de acuerdo con la "colectivización de la instrumentalización humana"...)

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  3. Pero el problema aparece cuando las personas prefieren "explotar" esta clase de socialización en lugar de una de contacto físico, persona a persona. Se preocupan más por actualizar su estado, cambiar su perfil, etcétera. La primera la dejan en segundo plano o en plano inexistente.

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  4. Efectivamente...la comunicación interpersonal directa implica un grado de "profundidad" tal que muchas veces inclusive no es "soportable" (el mirar cara a cara a tu interlocutor por ejemplo)por ciertas personas...la pregunta aquí es ¿hacia dónde vamos con este tipo de relaciones? ¿somos más humanos? ¿depende del uso que cada quien haga de estas tecnologías, o es inevitable la transformación negativa de las relaciones interpersonales?

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  5. Con la tecnología, la inocencia se pierde. Personalmente, con un pensamiento quizá anticuado para las nuevas generaciones, siento que no somos más humanos al usar de esta forma la tecnología. De hecho, al depender de esto, nos convertimos en unos deshumanizados. Se gana una enorme seguridad frente a un monitor, pero se pierde totalmente ante una persona.
    Y sí, depende de cada quien cómo usar las cosas, pero depende también de la cultura familiar, general, universal. Mientras no cambiemos en lo individual para después intentar influir en lo plural (familia, sociedad, etcétera), estamos condenados.

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  6. Facebook es una trampa mental mortal de necesidad... Si yo digo que no quiero ser humano y lo que consigo es ser el más humano de los humanos... No hay paradoja... es que soy humano. Facebook es el limbo del narcisismo y no tiene nada de antinatural ni extraño... es consecuencia natural de la naturaleza humana... por qué? por el significante necesita de un contexto para guiar al sujeto por la realidad... es decir... no hay nada de paradójico en que dos o 200.000 individuos pretendan que otros les masturben el ego cuando no pueden saber si el otro se lo están masturbando o no o quieren o de que manera pretenden ser masturbados... es un despropósito total... pero la naturaleza está llena de despropósitos humanos... si yo diciendo que nunca me tropiezo lo que consigo es tropezar en un bucle infinito no hay paradoja... es que me tropiezo... soy humano.

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  7. Y con lo de ser humano me refiero... que si estoy enganchado estoy enganchado... pero eso es algo que depende del ánimo de cada uno... Es decir... unos pueden padecer un trastorno compulsivo... otros narcisista... pero el enganche siempre es narcisista... los primeros por creer que pueden controlar su compulsión... los segundos porque son felices con ella... en todo caso ambos consiguen crearse un ego desfigurado... unos por defecto... otros por exceso... Facebook crea paranoia... ambos egos paranoicos por estar alejados de la realidad... incluso de su propia realidad... No es lo mismo una red social que un foro, en un foro se discute un tema concreto y las opiniones son más o menos anónimas... Facebook no tiene más propósito que el de crear una apariencia para los demás... pero guardar las apariencias es un medio... no un fin en sí mismo... he ahí la trampa.

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