viernes, 19 de diciembre de 2008




Tal vez a todos de alguna manera nos han recetado que la filosofía es “amor a la sabiduría” (filos=amor, sofía=sabiduría), sin embargo, tal definición cercana a su etimología (y así utilizada por los presocráticos) de repente puede sonar un poco “cursi” para nuestros contemporáneos tiempos, al grado que entre eso y nada, tal vez elijamos mejor nada…pero para ir adentrándonos en este punto, propongo que hagamos un breve recorrido por la historia de la filosofía para conocer algunas otras definiciones de filosofía ¿les parece?

Platón distingue entre “doxa” (opinión) y “episteme” (ciencia), es decir, existen dos maneras de explicar la realidad, de las cuales la doxa es la menos “rigurosa”, ya que se basa en lo captado por los sentidos (tal es el caso del conocimiento de los artesanos, constructores, etc.) y ya los griegos tenían claro que los sentidos pueden engañarnos fácilmente; por tal motivo, el conocimiento epistémico o racional era el que constituía el conocimiento científico, basado en el ejercicio de la razón, superando los datos de lo captado por los sentidos…obvio, es este el caso del conocimiento desarrollado por los filósofos (no confundir la concepción de ciencia que tenemos hoy).

Aristóteles, en el siglo IV a. C. definía la filosofía como “la ciencia de las últimas causas y los primeros principios”, definición que santo Tomás de Aquino complementaría definiéndola como la “ciencia que estudia todas las cosas a la luz natural de la razón por sus últimas causas y sus primeros principios”.

Quizá lo único que queda claro es que la filosofía es “algo” a lo que no le encontramos ninguna “utilidad” o razón de ser…ya un profesor durante la universidad decía que la filosofía es “aquello con lo cual y sin lo cual se queda uno tal cual”…quizá aquí el problema estriba en que cualquier cosa tiene sentido o razón de ser en la medida de su utilidad…pues entonces está claro que la filosofía es la viva contradicción a tal pretensión. La filosofía no es útil, es necesaria (al menos antes que útil, si es que lo es).
De modo que no es ocioso el afirmar que “TODOS SOMOS FILÓSOFOS”, ya que es precisamente la actitud filosófica la que alguna vez nos ha hecho formularnos preguntas como ¿a qué vine a este mundo? ¿qué hago aquí? ¿existe un dios, y si existe cómo es? ¿qué hay después de esta vida? ¿qué es el amor? ¿el chat deforma o cualifica las relaciones humanas? ¿qué es el ser humano? ¿cuál es la mejor forma de gobierno, o es que acaso necesitamos los gobiernos? ¿la materia es eterna o el mundo tuvo un principio? ¿y el tiempo? ¿podemos conocer la verdad? ¿existe la verdad, o existe en la medida que “construimos” la verdad?...y por lo pronto ahí le paro…

Lo único que puedo decir frente a los “utilitaristas” de la filosofía es que ésta, desde su nacimiento en Grecia (al menos la filosofía occidental) ha planteado cuestiones que ni la ciencia ha podido responder (menos solucionar), y lo paradójico es que entre más avanza la ciencia, más preguntas de carácter filosófico surgen, y la filosofía sistemática es la de gente que en una academia hemos estudiado de manera estructurada la historia de las ideas y hemos ido valorando y haciendo una crítica de las respuestas que a las preguntas filosóficas se han hecho en el tiempo, y tratando de ofrecer nuevas respuestas (que no soluciones) a tales interrogantes, sin olvidar que la virtud está sobre todo en el planteamiento de las preguntas y problemas acerca del hombre, del mundo y de Dios (como dijeran los escolásticos).
Espero que este blog, que no tiene otra pretensión que la de ser una comunidad de ideas filosóficas de parte de no-filósofos (académicos), pueda recibir sus valiosos comentarios, dudas y opiniones.

1 comentario:

  1. José Javier Durán17 de junio de 2009, 1:19

    Recuerdo que en alguna obra de teatro, escuché a un actor interpretando a un personaje decir "es que mientras más te conosco (a una mujer) más te desconosco". Digo esto por dos cosas: a pesar de tratarse de una obra de teatro (o pretensión de eso) y más aún, de ser una obra amorosa-romántico-patética, dice algo que es muy cierto y que usted menciona: entre más avanza el hombre en su conocimiento, más dudas se le vienen encima, "entre más avanza la ciencia, más preguntas de carácter filosófico surgen", quizá hasta aquí sea mejor estar sumergido en la docta ignorancia, pero aquello tendría sus implicaciones. Sí, todo el mundo es filósofo en potencia, pero incluso la filosofía tiene su costo. Qué lástima se siente al escuchar a la gente (algunos profesores de Filosofía de la preparatoria) de la Filosofía en su sentido etimológico, es como darle con el garrotero y olvidarse de dos mil quinientos años de avance en el saber, la Filosofía es más que eso, más que útil necesaria como usted lo dice, es la luz que ilumina en este mundo de oscuridad... la lámpara de Diógenes.

    José Javier Durán

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